Tozoloslobos. La Leyenda de Otero de Bodas
No podía faltar una leyenda de fantasmas. El de esta historia, despiadado y sanguinario, dicen que aún vaga por los montes de La Culebra. Cuenta la leyenda que en la corte de Enrique IV de Castilla (padre de Juana “la Beltraneja”, para situarnos) vivió un caballero, llamado Gil Otero de Biedma. El tal Gil, tuvo la mala idea de deshonrar a una dama y, tras la afrenta, la familia le maldijo a no encontrar placer en el amor, salvo con doncella y únicamente la noche de bodas.Tal efecto tuvo el maleficio, que Gil de Otero tiñó la comarca de sangre, pues en su loca carrera por conseguir placer, desposaba a las doncellas de la comarca para asesinarlas tras la noche de bodas.
La sierra de la Culebra se convirtió, sin quererlo, en la aliada de sus fechorías. Gil de Otero encontró en ella un paraje inhóspito y temido por las gentes de los alrededores, conocido como Tozoloslobos, próximo a Otero de Bodas y que se convirtió en el lugar ideal para abandonar los cuerpos de sus esposas que terminaban convirtiéndose así en alimento de lobos y alimañas.
Pasado el tiempo, Gil comenzó a sentir arrepentimiento por el daño que había causado a los habitantes de la comarca, una noche emprendió el camino hacia el paraje maldito de Tozoloslobos y allí se suicidó ahorcándose.
Quizá por eso este pueblo se llama así, Otero por el monte y de Bodas por la afección de Gil a los matrimonios, dicen que en las noches oscuras el fantasma de Gil de Otero vaga por la comarca en busca de doncellas a las que propone matrimonio.
Todo esto, nos lo contó al amor de la lumbre un anciano en Otero mientras hacíamos un descanso en nuestro viaje, mientras caía la noche oscura como boca de lobo, y decidimos esperar al amanecer para reemprender el camino, no fuera a querer la suerte que nos cruzáramos con el fantasma de Gil de Otero y quién sabe……