Cobreros
Ver mapa de Municipios :: Sanabria y Carballeda
Si desplegáis un mapa de la región sobre la mesa podéis marcar cada uno de los pueblos que conforman el municipio de Cobreros: Terroso, San Martín, Santa Colomba, Avedillo, San Román, Sotillo, Limianos, Quintana, Castro, Barrio, Riego y San Miguel de Lomba, además del propio Cobreros. ¡Trece, ni uno menos!
Ahora trazad, al buen tuntún, cuantas líneas se os ocurran uniendo todos esos puntos. ¿Qué obtenéis? Aparte de un garabato más o menos artístico, un maravilloso conjunto de caminos donde perderse y disfrutar de los escondidos encantos de esta tierra sanabresa.Cobreros es uno de los cinco municipios que conforman el Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores. En su término encontramos algunos de los puntos de mayor atracción de este espacio: las espectaculares cascadas de Sotillo o su laguna, rutas de senderismo al alcance de cualquiera, los caminos que parten hacia el Lago desde Quintana o Limianos, la cascada de Aguas Cernidas… Son pueblos ricos en agua, atravesados por riachuelos, arroyos y caños de regadío que, con su música constante, nos acompañarán en nuestros paseos. Agua que incluso se hace termal, como las “Chironas” de Cobreros y Santa Colomba, donde, hace ya tiempo, existieron Casas de Baños donde los pacientes “llegaban en angarillas y partían bailando”. Son pueblos que se encaraman en las laderas de los montes, con tradición serrana. La vida de antaño estaba vinculada a la sierra, al aprovechamiento de los pastos, la leña, los frutos silvestres y las hierbas aromáticas y medicinales… El Cabril, Cubello, Peña Cueva, son corrales naturales donde entonces se subía el ganado y hoy nos ofrecen paisajes de impresionante belleza.
Los senderos constituyen el sistema sanguíneo de esta tierra, empezando por el camino por excelencia: la vía Sanabresa o Mozarabe del Camino de Santiago atraviesa el municipio por el sur, casi en paralelo a la N-525. El Cordel Sanabrés, por donde las ovejas extremeñas y castellanas subían a los verdes pastos de la sierra. Incluso, si hemos de fiarnos, también deambularon por aquí el Rucio y su amigo Rocinante, soportando con paciencia las disquisiciones de sus amos.
Lo creas o no, no deja de ser una excusa más para bajar al terreno. Hay que recorrer los pueblos uno a uno y descubrir sus secretos: el “castiello” de Avedillo, con casas que en sus piedras esconden miliarios romanos. Cobreros, sus blasones, sus aguas y su peculiar iglesia, tal vez de origen civil. Los centenarios castaños de San Román o Sotillo; Limianos, un pueblo en cuesta o Quintana, cantera que abasteció de piedras a la comarca y que hoy ofrece al visitante “La Calella”, una casa tradicional detenida en el tiempo.
Castro, de significativo nombre, que se asoma hacia la Puebla con la importante área de servicios de la N-525. Riego, Barrio, San Miguel de Lomba, con ermitas perdidas y molinos restaurados. Santa Colomba, la de las muchas fuentes, cuyos barrios se encaraman hacia el alto de la iglesia. San Martín, Terroso, de tradición jacobea y destino inevitable para cualquier buscador de setas que se precie…
El alojamiento no es problema: diversos establecimientos os ofrecerán descanso y servicios de calidad en este rincón de Sanabria tocado por la mano de la naturaleza.
Y aun cuando creáis haberlo descubierto todo, todo, os doy un consejo: volved en otra época del año y serán nuevos para vuestros ojos.
Galería de Imágenes, Foto 1. Autor: Francisco Vega.