Los Corralones de Espadañedo
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La comarca de Carballeda esconde, al igual que la vecina y hermana Sanabria, bellos secretos casi inexplorados. Así, al igual que en Lubián se ubica el castro de Las Muradellas nos encontramos con el de los Corralones en Espadañedo, un pequeño pueblo carballés al cual se accede a través de Palacios de Sanabria por la N-525 desviándonos por la carretera C-622 en dirección a Muelas de los Caballeros y la Bañeza.
DISTANCIA: 2,5 Km. Ida y Vuelta
DURACIÓN: 1 h.
TIPO DE RUTA: Lineal y recorrido circular en el castro. Camino abierto y sendero. El recorrido del Castro está marcado con flechas amarillas para la ida y blancas para la vuelta.
COMO LLEGAR: A través de la N525, hasta Palacios de Sanabria y desde allí por la CL-622 dirección La Bañeza. Ver Mapa
COORDENADAS INICIO: N42 06.910 W6 23.249
CARTOGRAFIA: IGN Nº MTN50 0268 Asturianos
PUNTOS DE INTERÉS: El propio Castro, Fauna.
RECOMENDACIONES: Conviene informarse previamente sobre los castros en la comarca y completar el paseo con una visita por los pueblos de los alrededores.
Los Corralones son, en pocas palabras, algo singular. El comienzo de la senda que os llevará hasta él, está a la salida del pueblo, identificada con un panel informativo en el margen derecho de la carretera.
Comenzando este camino veréis que todo el recorrido transcurre en llano, dejando a los lados prados y cortinas (pequeños huertos). La senda presenta varias bifurcaciones que llevan a los pueblos vecinos, por ello, ante la duda, seguid las flechas que desde un inicio acompañan el recorrido y que os conducirán hasta el yacimiento.
Los amantes de la arqueología se quedarán sorprendidos al ver la obra de ingeniería realizada por los romanos. Sí romanos, el Castro de los Corralones, aunque lleva el nombre de “castro”, no fue construido ni ocupado por los celtas. Son varias las peculiaridades de este lugar: para su defensa se dotó de una muralla de piedra en todo el perímetro y un doble foso que llegó a tener ¡30 metros de profundidad! usando la técnica del desmonte mediante agua (ruina montium), la misma empleada en las Médulas, León. Para ello se desvió el caudal del arroyo de las Llagas, cercano al lugar. Y ¿por qué?, os preguntaréis, ¿para defenderse? Pues casi, su finalidad además de la de defensa era la de extraer oro y ser lavado en el lugar. Y es que Los Corralones fueron, en su día, una explotación aurífera. Conquistados hoy por la vegetación, su situación y su estructura le confieren una sorprendente belleza y un halo misterioso que nos hace viajar al pasado.
Emprenderemos el camino de vuelta por el mismo sendero que nos trajo, terminando de nuevo en el pueblo de Espadañedo.