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Camino por las proximidades de Peque, disfrutando de paisajes de ribera que rodean el pueblo.

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Iniciarémos el camino junto a la Laguna de arriba, dentro del pueblo de Peque, caminarémos durante un pequeño tramo por la carretera hasta tomar un desvío que aparece a mano izquierda, a partir de este momento el camino discurre por antiguas tierras de labor, eras y pastizales, todo ello salpicado de numerosos manantiales. Con el abandono de la agricultura, los campos de cereales y barbechos se han convertido en extensos herbazales en los que asoman tímidamente algunos arbustos (escobas, urces, tomillos…) y matas de encinas. Estos herbazales se cruzan con prados húmedos que acompañan el discurrir soméro del agua hacia el río de la Rivera. Se denominan en la comarca Llamas, y fueron fuente de pastos frescos para el ganado y heno para el largo invierno.
Dejamos después el camino para introducirnos en un sendero, entre encinas primero y vegetación ribereña después, que nos llevará hasta la presa El Caño. Este pequeño azud construido antaño desvía parte del agua del río a un caño que sirve para regar la vega del río en su márgen derecha.
Cruzamos el río por la presa y después el caño al que alimenta .Continuamos con nuestro sendero, ahora de vuelta, que acompaña al río en su viaje a través del hermoso robledal ribereño hasta el camino de Los Linares, que separa la ribera de las antiguas plantaciones de lino.
Toda la ribera es Lugar de Interés Comunitario (LIC) Riberas del río Tera y afluentes, y forma parte de la Red Natura 2000. Su mayor interés estriba en que alberga humeredas (alisedas) y fauna acuática de gran interés (náyade, trucha, desmán del Pirineo, nutrias, etc.).
Retomamos el camino que nos lleva al Puente Grande y de ahí nos dirigimos al pueblo, ya visible, por un buen camino flanqueado por huertos, prados y alamedas.