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Paseo de fácil recorrido que une Sanabria con Portugal, permitiéndonos disfrutar del paisaje de la Raya y del contraste de pueblos tan cercanos como Castromil y Moimenta.

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Este camino une las poblaciones de Castromil, en el municipio de Hermisende, y de Moimenta, ya en Portugal, con lo cual nuestra excursión en esta ocasión es internacional.
Se denomina “del contrabando” porque antiguamente, en tiempos de escasez, el contrabando constituía una actividad lucrativa (a la vez que clandestina) y permitía complementar las exiguas economías de los dos lados de la Raya. Pero no nos equivoquemos: éste no es el camino real que seguían los contrabandistas; de hecho, procuraban evitar las vías directas o los caminos más transitados que solían estar bien vigilados. Lo que sí es cierto es que no muy lejos de nuestro recorrido los fardos pasaban con frecuencia hacia ambos lados de la frontera.
En la plaza de Castromil, junto a un antiguo crucero llamado “la Cruz da Touza”, comienza nuestra ruta. Nos alejamos del pueblo siguiendo un ancho y bien marcado camino. Poco después una bifurcación que tomaremos a la izquierda nos conduce hacia un paisaje más abierto y, en el que progresivamente, van desapareciendo los robles que hasta el momento nos acompañaban para dar paso al brezo y las escobas que pueblan las praderas. Los campos en primavera se cuajan de flores pero el resto del año también gozan de un espléndido colorido.
A mitad de trayecto un grupo de grandes rocas se cruzan en nuestro camino para indicarnos que, en la Edad Media, allí se reunieron los reyes de Portugal, Galicia y Castilla para establecer el límite de sus reinos, es el llamado “Penedo do Mozo” (“Penedo dos tres reis” para los portugueses), una “marra” o límite territorial en cuyas proximidades se encuentra el punto en que convergen los tres territorios. En una pradera cercana un abrevadero “internacional” permitía al ganado de ambos lados de la Raya beber de sus aguas sin provocar conflictos territoriales.
Continuamos ya por tierras portuguesas hasta avistar nuevamente praderas rodeadas de robles que llevan al pueblo de Moimenta. Éste se encuentra en el Parque Natural de Montesinhos, asomado a la sierra. Aquí encontramos ya la característica tipología constructiva de Portugal: casas de piedra y pintura blanca, con carpintería verde, teja en las cubiertas y escaleras de granito en el exterior.
Un buen café portugués para reponer fuerzas y regresaremos por el mismo camino a nuestro punto de comienzo.