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Amable camino entre castaños en las estribaciones de la Sierra de la Culebra, apto para todos y perfecto como complemento a la visita al Centro de Interpretación de la Vida Pastoríl.

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Aunque no entraña dificultad, para hacer esta ruta es recomendable llevar un pequeño mapa, ya que los distintos cruces y desvíos pueden hacer que acabemos en la peña de La Lleira sin tenerlo planeado. Salimos del pueblo en dirección sudoeste, por un camino de concentración que discurre paralelo a la carretera de Sarracín de Aliste. Al poco de separarnos de ella ya encontramos las primeras muestras de corralones, construcción de claro origen castreño para resguardar el ganado del frío y sobretodo del lobo. Estos se hallan en desuso y en diferente estado de conservación, pero nos preparan para lo que encontraremos después. A partir de aquí el camino se desarrolla entre pinos y castaños por las laderas de La Culebra. Ideal para realizar con niños de cualquier edad o, en temporada, para desempolvar nuestra cesta y buscar setas. El rey, por supuesto, el Boletus.
Así llegamos a la ermita, erigida por el empeño de los ferratos para albergar la imagen del Cristo de las Aguas. Es un buen lugar para tomarse un descanso y disfrutar de la vista de pájaro sobre el pueblo. Pocos metros más allá se sitúan Los Corralones – Centro de Interpretación de la Vida Pastoril – (concertar cita en el Ayuntamiento para visitas). Su estampa de piedra tosca y cubierta de brezo os recordará los poblados celtas y el origen de la arquitectura tradicional de la comarca.
Desde aquí tenemos varias posibilidades: alargar la ruta hacia el Este para volver al pueblo por carretera o de frente (norte) y acabar también en la carretera; y si no queremos retrasar el almuerzo, tomar el camino de la izquierda (oeste) y llegar a nuestro punto de partida.